Cuando un amigo se marcha
A
veces no podemos tener el control total de las cosas que suceden.
Amistades que se ven interrumpidas por la distancia o el tiempo. Amigos
que se van en busca de sus propios sueños o en ocasiones, por eventos
desafortunados. Cuando un amigo se marcha, abre una herida en el corazón
que es difícil de cicatrizar y una vez que lo hace, la marca queda en
lo más profundo del alma como un recordatorio de los momentos más
felices.
Y es que aunque nos cueste
seguir adelante ante un acontecimiento como este, no queda de otra que
avanzar, siempre manteniendo en la memoria el recuerdo de una persona
que significó lo más valioso en el pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario